Una pequeña semilla ah aparecido en la habitación principal, yace recostada sobre la cama, nadie sabe como llego ahí, las preguntas vuelan a su alrededor, nadie contesta.
La madre dice que fue su hija la pequeña quien maravillada por aquella semilla la ah arrancado de aquel gran árbol del parque, con un poco de ayuda de su madre.
-Este árbol a pesar de vivir aquí hace varios años jamás lo había visto. Como si hubiera aparecido hasta hace unos días, pero como si estuviera toda la vida ahí. Comenta la madre.

La pequeña y linda niña se llama Missy, es una niña de apenas 4 años, tierna, dulce y alegre.
-Mami, mami que es una semilla?
Pregunta la niña… no le contesta…
-Mami, mami que es una semilla? Que es una semilla?
Es eso que sostienes en tus manos, de ahí saldrá algo espectacular, -Responde la madre cariñosamente.
Missy satisfecha con esta respuesta, sale corriendo hacia su cuarto, con una inmensa sonrisa, capaz alegrar a todo quien la observe.
Se ah encerrado en su cuarto a admirar aquella semilla que provocaba su alegría.
Es una semilla hermosa, café es su color, con una textura maravillosa; Capaz de brillar con los pequeños rayos del sol, que logran atravesar la ventana. Podía jurar que olía a chocolate.
Que saldrá de ahí? Se pregunta la inocente niña, mientras golpea la semilla en su pequeña mesa, justo a lado del dibujo de su familia a medio colorear.
Las preguntas invaden su mente, solo quiere saber que hay dentro, que secreto esconde este bello objeto, A que se referirá su madre con “espectacular”.
Cansada de tanto pensar y no conseguir respuestas, cae tiernamente dormida, recarga la cabeza en su pequeña mesa.
Sus padres entran a la habitación, y quedan sin palabras ante tal escena:
Su única hija dormida en su mesita de colorear, mientras sostiene en su mano izquierda aquella semillita, es una imagen bella, ciertamente.
Deciden dejarla ahí, saben que pronto despertara y comenzara el juego de nuevo.
Esta atardeciendo, se bello un bello resplandor rojizo por la ventana que fue abierta pos sus padres justo antes de retirarse del cuarto de su hija.
Missy abre sus ojos y los acicala, mientras casi de inmediato se percata de la ausencia de su semilla. –Donde esta? Que le pasa? Se ah ido?, Que abra salido de ella?
La calma vuelve a su pequeño ser, al darse cuenta que la semilla yace inmóvil en el piso.
Solo sonríe y la levanta con tal delicadeza, cual si fuera de cristal.
La vuelve a observar, asegurándose que este bien, que no le haya pasado nada.
Casi llora al percatarse de que la semilla tiene una pequeña raspadura, una cortada por la cual se puede ver el interior, o al menos ella lo cree.
Observa con atención por el pequeño agujero, pero no logra observar nada. Enojada y en un arranque de furia o más bien berrinche la arroja al piso dando a parar justo al frente de la ventana, iluminándola el ultimo rayo de luz al atardecer.
Y asombrosamente la semilla le responde lanzando una pequeña luz por el agujero aquel; Missy observa maravillada y agarra la semilla nuevamente, de esta no deja de salir luz, capaz de iluminar el lugar, llenarlo de magia, ilusión.
Missy comienza a abrirla del agujero, haciendo pequeños rasguños con un lápiz de color, la luz no para de surgir, ahora todo se ha tornado de colores, luces, contrastes que maravillan a la niña, la envuelven en un transe, del cual no podrá salir hasta haber completado su objetivo.
Al fin lo logra, ah roto la semilla, rompió una parte de la semilla, lo suficientemente grande para dejar que un pequeño ser saliera de ahí, y se postrar en sus dedo índice, es un ser sorprendente, de el salían todas esas luces, y ahora está en su dedo, al fin lo ah visto, este pequeño ser le sonríe tiernamente a la niña. En seguida, muerde a la niña, y sensaciones van y vienen en su ser. Missy se ah quedado inmóvil, paralizada ante tal suceso, luces extrañas ahora recorren su cuerpo, y van a parar a la boca de aquel extraño ser.
Las luces paran de brillar, mientras la criatura abre sus alas, y vuela, Missy cae muerta y este ser solo se aleja, dejando a su paso llantos y restos de una magia verdaderamente bella.