Blancas paredes lisas,
Vean los momentos pasar tras su frío cuerpo.
Los momentos que el reloj produce,
Reténganlos en su magnificencia.
Hagan que yo calle, mientras deseo volver a verla.
¡Óiganme ya rostros apagados en el concreto!
Duras piedras que entre ustedes están todos los suspiros
Y que dentro de ustedes mismas crujen
Y nadie las oye.

Hablen, ya no se escondan.
Díganme todo lo que sepan.
Paredes blancas que todo lo han visto
Pero no dicen nada, guardan el silencio.

Paredes blancas de la casa oscura,
Son ustedes el retrato de todos los minutos muertos.
El reloj ya se acaba,
Se acaban las horas
Y yo sigo sin verla.

La tarde ya se está volviendo noche...

La luz pronto se volverá penumbra...

Quiero saber sus secretos paredes hermanas de los muros,
Ustedes que ya todo lo han visto,
Yo sé que se sienten ignoradas como la flor lanzada al vacío
A la que el viento le roba sus pétalos y la deja desnuda
Como un espejo roto que pronto se olvida.

Su única amiga es la luz,
Pero cuando se aleja ustedes mueren:
Solas,
Frías
Y tristes...

Como cuando ella no está conmigo.