Mi corazón adormecido.
Ha sido llevado al país del silencio.
¿Para que molestarme en despertarlo?
Desde ahora mi lugar es la agonía, solamente eso
una loca y absurda agonía.
He tomado la bandera de la nostalgia, clavandola en lo más alto de la cima de mis recuerdos...
¿Para que hacer tantas preguntas?
Simplemente se acabó la batalla, tus balas de olvido mataron a todas y a cada una de mis esperanzas de seguir a tu lado.
¿Para que molestarme en llorarte?
Cuando tú ni siquiera te molestaste en amarme.
Texto agregado el 14-08-2012, y leído por 103
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
14-08-2012
Pero jamás bajar los brazos, siempre un nuevo amor estará presente, y el otro por siempre quedará ausente. Me agradó, **** equidad008
14-08-2012
Me gustó mucho, pero te diría que los dos primeros versos parecen no pertenecer al mismo poema. ;) Beautysname
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