Pienso que Abel tendrá ahora 45 años.
Cuando lo conocí en el hospital donde estaba internado estaba a punto de cumplir un añito.
Había sido internado por padecer una primoinfección tuberculosa.
En ese año de internación su recuperación fué asombrosa.
Era un niño hermoso. cabello casi rubio, ojos claros y una sonrisa medio triste afloraba a su boca.
El dís de guardia semanal me acercaba a su camit
a y jugábamos.
Blanco lechoso , no conocía el sol.
Entonces cuando una urgencia se presentaba , Abel venía en la ambulancia con nosotros.
Después de algunas salidas su carita se iluminaba .Presentía que estaba por salir otra vez.
La enfermera le calzaba sus zapatitos y él se incorporaba en su cama. esperando que lo llevara.
Jubiloso , disfrutaba de esa salida. Observaba todo con fruición,
Un día llegó el tiempo de su alta.
Ya no lo ví más en la sala de pediatría.
Bajaba la escalera un tiempo después y ví a Abel en brazos de su madre. Una mujer joven y delgada.
Me miró con tristeza, al pasar
.Estaba delgado y desmejorado.
Su mirada era triste y cansada.
Se había reencontrado con la pobreza de su entorno.
Hoy tendría 45 años.