Recuerdo esa vez en la cual me encontré mirando al cielo, interrumpido como nunca, flotaban dentro de ellas diversas curiosidades, organizadas de manera entrópica, recuerdo a una decir "estréllame que te estrello". No apareció su adolecer por ningún lado, una leve sonrisa de mi parte se arrastro por el suelo mientras continuaba intrigado observando como besos iban y venían de manera indiscriminada, no me atreveria a llamarlo un espectáculo mas bien llegaría a nombrarlo como una obra de teatro, donde ninguna sabía hablar, me extraño la ausencia del ejercicio del habla a solas, todos daban la espalda un rato en la noche tapando sus rostros y acciones para después en la mañana caer de nuevo en esas acciones tan extrañas, omitieron mi presencia continuando en su conversación vacía, quise acompañarlos y sin darme cuenta flotaba junto a ellos, conocí lo que llaman ellos una caricia, ellos simplemente jugaban, ellos caminaban para encontrarse, escondidas le llaman, desgraciados, tienen un encanto ensordecedor, de pronto me estrellaron, supongo caí lentamente en frente del espejo, el suelo duro y frío me recordó como es caminar sin buscarse simplemente para terminar encontrándose, ahora miro el cielo sin resentimiento a veces incluso me dejo elevar hasta lo más alto para una larga caída donde al final de ella esta´re volando aun más alto, un lugar tabú done las burbujas no existen, donde el extranjero no soy yo. Recuerdo ese día con felicidad me hizo caer en cuenta de cuanto me encanta la libertad, repito la libertad .