estaba en las puertas del cielo un abismo detuvo mis pasos había que cruzarlo el miedo detuvo mi alegría recordé el ayer miles de hombres y mujeres reían y lloraban amaban y odiaban todo era una eterna repetición... ¿volver? me puse de rodillas y pedí al señor una respuesta salvadora pasó el tiempo pasó el espacio nada sucedía tan solo mi dulce sentir... cerré los ojos y vi mi voluntad brillante como nada y las fuerzas de un dios alegraron mi andar... allí esaba el cielo allí el abismo allí mi cuerpo que caía al fondo del misterio... nada sentí tan solo un bello amanecer y una vida que respirar que latía sin cesar como un niño al llorar...
Texto agregado el 13-08-2012, y leído por 180 visitantes. (1 voto)