Julio, 1987. 20 annos y socorrista en el Camping de San Roque, Cadiz. Caballo y costo rampante en La Linea. Gitanos que bailan y cantan flamenco pero no para turistias sino en las ferias locales, que ven y escuchan otros gitanos, gaditanos y hasta los llanitos. Y gitanos muertos a tiros por la policia nacional que te cuenta la viuda de negro que freiga los platos temprano por la mannana, su hijo que movia costo. La cadencia suave del malaguenno contrastada con el "Paza pisha?" del cocinero de Cadiz que mandaba en todo y nunca pudo tener carinno hacia mi por mi origen, por mi edad y por ser universitario. Directores de hotel que llevaban personalemente el cambio de divisas con los clientes extranjeros, te tal forma que siempre habia que llamarles a recepcion cuando entraba uno con Francos, tantos suizos o franceses, o Marcos alemanes, sin que importara la hora del dia o noche. Guardia Civiles ancianos y repulsivos que exigian sin decir nada consumiciones sin pagar, sin raparos en tomarse un cubata de noche, de uniforme y con la pistola en cintura. Camareros de la Linea que vivian de noche al salir de madrugada de su tabajo que decian de todo salvo "me cago en Dios-en Dios no, hijo!"; y cuando fuera posible, segun como iba la cosa en casa con sus familias y mujeres, me pedian ayuda para ligar con algunas inglesas que venian nada mas a follar-estaba claro-pero que yo necesariamente me tenia que quedar con la mas alta, fiera y guapa pues el no tendria nada que hacer sino con la fea; y resulto ser un problema, que efectivamente el preveia, cuando al sentirme tambien intimidado por ella, opte de forma natural por la otra, quien despues del coito-con condon-que todos andabamos histericos por el tema del SIDA-mi pidio mucho mas de lo que estaba yo en condiciones de darle, que era simplemente el afecto en brazos de un hombre (el amor de su vida, de su hermano o -seguramente-de su padre). Mis companneros de trabajo, los camareros, me ensennaron a leer sobre todo las manos de los clientes, su corte de pelo, la ropa; luego la forma de hablar y los ademanes, de tal forma que sabias-con bastante acierto-si eran trabajadores del corcho, policias de paisano, homosexuales o ex-presos de las carceles de Marruecos, conversos ahora al Islam. Y la caridad de Emilio, nuestro manager de noche, hombre mayor y homosexual de gran porte y estima por todos nosotros que mandaba preparar comida de madrugada para alguno que llegaba a esas horas joven, callado, "tieso" y abatido ya por la vida. La cuenta donde habia que anotar las consumiciones de un hombre alto, delgadismimo e incomprensible que -se decia-capitan de navio que quedo bebiendo y de pie delante de la barra duarante mas de una semana, con los cascos puestos cantando "A little help from my friends" de Joe Cocker, una otra vez hasta que un dia desaparecio cuando la empresa suya abono por fin lo debido. El desprecio verbal que todos los hombres tenia en boca por las putas, las que -decian ellos-ganaban la vida de espaldas mientras que de dia hacian exagerads movimentos de ejercicio fisico en bannador a lado de la piscina, delante de las ventenas del comedor principal donde se ponian algunos hombres a mirar. La vida que tu-y todos nosotros, de distintas maneras-imaginabamos y proyectabamos mentalmente cuando veiamos a mujers solas o con su pareja, que discutian o que te correspondian tambien con la mirada, o siempre te rehuian preferiendo quedar como atonitas ahi en la barra con su cafe, a veces bajo la apenas percibida presion de un hombre acompannante mayor y aleman que no se apartaba de su lado salvo en contadas ocasiones, pero que ella, ni entonces te miraba. Los grupos de hombres jovenes mayores sin mujeres que, en el bar o en la psicina, discutian, a veces acoloradamente, entre si y que iba y venian, algunos en bannador tipo tanga, mas efeminados y de boca mordaz que a veces me venian a charlar con el fin de poner-parecia-celoso o inquietar a otro-de alguna manera. Personas jovenes, adolescentes, de gran belleza por su juventud, tanto ninnos como ninnas; algunas veces hermanos entre si que te contaban los planes de los padres respecto a las vacaciones y sus obervaciones sobre los andaluces o los espannoles en general; una inglesa de 15 annos que no encontraba a su gusto los chicos espannoles por lo franco y directos que decia ella que eran. Marlin: un ninno rubio ingles de unos 10 annos que siempre andaba solo y desatendido por su padre a quien yo no podia dejar de tratar con extrema dureza en mi mente pues lo veia como irresponsable, adicto a la heroina y ausente ya en vida, pasando las horas en el bar. Y entoces llegaron dos chicas y un chico de Bilbao, como indicaban sus carnets de indentidad, y hubo revuelo pues podian ser de la ETA, quien sabe? Pero ella, una de ellas, mientras nadaba cogida de la mano de su novio, me miraba con mucha intensidad. Y alguna noche posterior, subida sobre mi, me miraba igual mientras sin nigun tipo de profelactico, me dejaba llevar y depositando largamente todo lo que tenia dentro de mi, ya dando pasos mas alla del precipico, hacia el abismo, segun tal como veia yo la vida y mi condicion fisica. Y asi inciamos una relacion que me llavaria de San Roque a Bilbao, pasando antes por Cordoba y Madird (aunuqe me llego a decir Emilio que yo hacia muy mal, que mejor a Paris con la francesita, hija de papa; "que esta te trata como un munneco de trapo...pero en fin, porque a ti te apetece, que asi es la vida, Set!". Para octubre de ese anno, habia llegado a Detroit de visita con mi madre y su marido, y no podia dejar de sentir que ahi al mundo y a la vida faltaba algo en su acorazada formalidad emocional y moral, en su regularidad practica y eficiente. Redacte, con la aydua de mi hermana, una carta en frances que mande a una direccion en Paris. Jamas recibi una contestacion. Ese lunes se cayo la bolsa de Nueva York y hubo panico. Pero yo cogi un avion de vuelta a Madrid para empezar el curso academico en la facultad que, aunque yo llegue tarde, no habia acabado de iniciarse del todo aun.