I.
Ya no queda más que un vacío solemne,
Es el que la luz del día acaecido ha dejado.
Ya las palabras se están perdiendo,
Más mi amor por ti sigue firme
Como los árboles en las praderas silvestres.
Para que he de querer mirar estrellas como antes,
Si para mirarlas necesito tus ojos.
Para que de de hablar
Si no está tu silencio...
Pero aún lejos te amo...
Para que he de buscar la luz,
Si mi única luz eres tú.
¿Qué queda hacer para secar los mares?
Mares llenos de lágrimas perdidas.
Pero aún así te amo...
¿Qué me falta saber, cuando yo no sé nada?
¿Para qué he de buscar todo lo que quizás está perdido?
Y lanzarme al abismo sólo para buscarte si quizás no estás ahí...
Sólo lo haré porque te amo
Por ti volveré las noches días,
Y llenaré el océano de nuevo con lágrimas de alegría,
Y haré todo esto sin importar el riesgo
Perdiéndolo todo, luchando por todo.
Luchar por amarte, luchar para que me ames.
Voy a callar al silencio, voy a cantar en voz baja,
Voy a tirarle piedras a la luna para que baje.
Y te la regalaré envuelta entre rosas.
Quiero que sepas que haré todo para que me ames
Cuanto no te imaginas
Yo seré capaz por ti.
II.
No me iré antes sin decirte que te amo...
Bajo el cielo matinal tras la noche oscura,
Le agradeceré a la vida por todo lo que me ha dado,
En especial por conocerte
Y poderte amar.
Ya quiero que sepas lo último que escribo,
Ya llené las páginas con versos de amor para ti.
Sólo para ti pues me has hecho amar:
Amar a las estrellas,
Amar a la vida en sí.
Amar al viento, amar al mundo.
Pero ningún amor se compara
Como el que yo tengo por ti.
Espero que comprendas lo mucho que te amo,
Lo mucho que me duele cuando estás distante.
La paz y emoción que me provoca el verte,
Y la tristeza impía tras la melancólica despedida.
Quiero que con esto te acuerdes de mí.
Que sepas lo que siento, que sepas lo que vivo a cada instante.
Los suspiros que pierdo al llorar por ti,
Y la felicidad divina al contemplarte.
Acabaré amándote, aún si se destruye el mundo,
Que sepas que mis letras te pertenecen.
Que me ames, que me recuerdes y que me quieras
Tanto como yo por ti.
Ya se acabaron todos los vocablos para describirte.
Ya exploté hasta la más mínima partícula del aire hablando,
Ya no queda más.
Ya todo llegó al punto de su máxima demencia,
La demencia que me haces sentir amándote...
Y acabaré amándote aún si el sol se acabe.
Y esperaré que me ames y me recuerdes por siempre...
¡Oh amada mía!
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