Eres en mi vida una gota de agua oceánica,
Y de ti nacen los mares y los ríos.
Eres el caudal del río de mi alma
Aún más poderosa que la fuerza bestial de las olas.

Eres como el mar, dulce brisa marina
Y tus suaves manos me acarician el rostro.
Suaves y dulces como la paz de la noche oscura.

Tras mi ventana la lluvia se desnuda bajo una capa de relámpagos,
Y se inundan las calles con el llanto del cielo.
Es melancólico el ver a las gotas caer y morir en el suelo.
Ellas saben su final,
Como yo también se que te amo con el alma.

Eres como el mar, como puerto calmado tras la tormenta,
En espera del barco de sueños e ilusiones
En el que espero que subas conmigo.

Y veo la playa tras el sol nocturno,
Y te recuerdo todo el tiempo…
Todo…
Cada instante en el que yo respiro.