Un joven brote en mitad de la tupida maleza, una recien nacida vida...a ojos humanos parce algo tan debil e insignificante...pero en verdad, solo hay que fijarse bien, para descubrir que en realidad en una demostración del poder que la Madre Tierra posee. Con tan solo dos hojitas minúsculas del color de la esperanza, absorberá de su amante el Sol la energía suficiente para abrirse paso entre los altos y presuntuosos árboles, crecerá a lo alto y a lo ancho
reclamando, como todos, su lugar en el mundo, y luchando contra todas las inclemencias de su padre el tiempo. Por sus venas, por su sabia correrá la fuerza de Natura, de la Tierra, y gracias a ella sobrevivirá a todo durante muchas vidas humanas sin dejar de crecer nunca, convirtiendose asi en un enorme roble. El roble más alto y frondoso del lugar.
Y allí seguirá, inmóvil, desafiando al concepto humano del tiempo,viendo pasar los siglos como suspiros...El rey del bosque, aquella debil ramita...
Enamorado del sol, querido por Natura...morirá feliz y sabio, y sus restos se esparcirán por todo el lugar y así, en el siguiente estío, y por todo su antiguo reino aparecerán unas mal vistas ramitas que heredarán el legado de su antecesor, el Rey del Bosque. ¿Como imaginar que dos minúsculas hojitas que sobresalen entre la hojarrasca podían ser el preludio de la llegada de un nuevo rey?