La noche ya está cayendo, lentamente,
y extrañaré tu silencio de entre las sombras.
Ya sólo quedan las últimas luces del día acaecido
mientras yo seguiré esperando tu regreso.
Amo tu silencio, bella voz nocturna,
y me encanta en la que hoy ha pasado.
Ya para mientras las luces se apaguen
lentamente mientras finaliza el ocaso.
La noche se vuelve la dueña del mundo,
por eso eres tú la dueña de la noche.
Ya en este todo lo veo
y pienso y recuerdo que aún te amo.
Los puentes se caen y las luces se apagan,
ya nada quedará en unos instantes.
Acabará el mundo tras tu ausencia
y descansarán las almas que murieron en el final del día.
Haz que me calme mientras las sombras se devoran la luz,
y cállalas con tu brillo poderoso como manto del sol.
Mujer divina que vives en mí
y te retrato en mis letras
como dueña de mi alma.
Texto agregado el 09-08-2012, y leído por 99
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Lectores Opinan
09-08-2012
Es un placer leer tus poesías, muy bien construidas.***** equidad008
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