Cuando se ha sumergido el corazón propio, en el corazón de otro... Se ha tocado, se ha bebido, se ha compartido y revelado mas que la propia sangre.
Se han teñido sentimientos transparentes, que han impregnado como una esencia limpia, la consciencia de dos seres que se amaron...
La realidad nos deja una verdad en la memoria, registrada en mi propia sangre, que es la tuya y que es la nuestra.
Por eso siempre reconoceré lo que hay oculto hoy, que es lo mismo que existió antes.
Siempre Podré saber, como recorrer esos brazos, tu piel y viajar kilómetros en silencio, hasta ti y amarte en la ausencia…
Así como sé, que tras un antifaz, aún eres la misma donde sea que te encuentres.
Hagas lo que hagas... nunca dejare de amar.