el escándalo se hace infinito,
cuando el ruido del móvil
exalta los restos de mi corazón,
busco entre mis pertenencias
un poco de tu amor,
me deshago en la búsqueda
y no encuentro nada,
ni una sola razón
por la cual luchar,
encuentro el móvil
y te veo en él,
tu imagen,
el código que alguna vez
mi mente memorizó
y los recuerdos
de la pasión desatada,
transpiro, nervios tal vez,
puede que sea normal
si no esperaba tu llamada,
de hecho no te esperaba
oir nunca más,
acepto hablar
y tu voz me llena,
me hace volar
y como idiota volvería
a caer en tu red,
si la estupidez
humana limites no conoce,
despues de todo
lo vivido y por vivir,
no nos importa,
volvemos a dejar todo
en un intercambio de palabras,
de ondas electromagnéticas
que hasta parecen románticas,
entre tanta boludez
olvide lo que me decías,
o lo que tratabas decirme,
yo preferí seguir en mi mundo,
ese mundo escandalizado
y de cabeza
por solo una llamada tuya,
por solo unas palabras
que ni siquiera escucho,
solo un grito tuyo
me devuelve a la realidad,
que tomé un telefono ajeno,
cercano pero ajeno,
que la voz no cambió
pero sí el destinatario,
caí en el abismo,
el escándalo
en paz se transformó,
desquebrajado extiendo
el brazo y el móvil
donde soñé, deliré y amé
mi mejor amigo sostiene
su teléfono,
un hola mi amor sale de su boca,
mientras escupo sangre
por el corazón
y caigo al piso
casi por equivocación.