Y llegan las sombras a posarse indescifrables en mis ojos
Mis oídos y mi boca
Y como en espejismo te veo dibujar una sonrisa para mi cuerpo
Mientras el agua de los manantiales ocultos cae solitaria a tu lado
Y tras de mi alzándose un mundo secreto de llantos y desesperaciones
Que no alcanzas siquiera a dimensionar en tu letanía de hombre difuso a mis ojos

Llevo en mi equipaje guardada tu sonrisa y tu boca de niño ávido
Tu locura de caballero de épocas pretéritas
Quiero yo que una y otra vez me alces en tus brazos de alas
Y me beses locamente como una mariposa extraviada en el desierto azul

De un mundo azul
De una tristeza azul
De un olvido azul
Que no alcanza a sostener mis lágrimas

Corro a tus brazos de hombre forjado en la guerra
De tu propio país con sus fantasmas y desaparecidos
Corro a tan solo rozarte y dejar que de mi boca caiga una palabra para ti

Me ausentare de los desiertos y los bosques
Me alzare sobre los montes de tus batallas insustanciales
Hasta rasgar tu velo de hombre triste
Y darte la llave de mi melancolía

La eterna letanía del tiempo no se marchara hasta que olvidemos
El surco azul de las estrellas hipnóticas
Hasta entonces recuerda siempre mis labios en ti
Y yo guardare siempre tus manos en mi imaginario cataclismo
Llamándome a volver