uno está atado a todas sus manías y mundo interior... nadie osa mirarse es como entrar a la mar en pleno silencio y total oscuridad sabiendo que el retorno no existe ni sabes qué existe del otro lado de aquella oscuridad... uno sigue su curso y en su largo andar contempla los días y noches siente dolor y alegría amamanta todos sus sentimientos se embriaga porque sí y rinde culto a todo los divino que respira... el tiempo pasa y pasa sus pasos quedan como huellas en el cielo y se siente que pronto volverá a su hogar... nadie sabe cómo es mas allá nadie sabe cómo es mas acá viven y viven como toda criatura que naciendo revienta a llorar y no de dolor no de alegría es un llanto que es el grito de la vida...
Texto agregado el 06-08-2012, y leído por 196 visitantes. (2 votos)