No tengo por qué simplificar mi vida en un cuento.
Tampoco elevar las dotes de las emociones en una tonta poesía lacrimógena
Sin embargo, me permito escribir estos últimos capítulos de una novela, dudando que los obstáculos me ratiquen, me consuelen, me permitan, me puedan
Al menos tengo la certidumbre…quiero ser feliz, y de vez en cuando tal vez invitarme a la gran fiesta de la soledad, pero plena.
Texto agregado el 05-08-2012, y leído por 165
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Lectores Opinan
29-01-2013
Está muy bien, cada uno hace lo que quiere y puede. rigoberto