Platón escribió:
"Lo que considera como colmo de la delicia no es la alegría, sino la tristeza, y venga el reposo."
Intentando responder a una pregunta interesante ¿Qué es el infierno? descubrí que cada persona tendría un tipo de respuesta diferente, así como cada persona tiene una respuesta diferente para lo que es el cielo, creo sin embargo que infierno significa un sentimiento de desesperación e impotencia.
Esta impotencia podría ser producto de la privación de algo, un objeto de afecto o el deseo posesivo de alguien, las pasiones pueden por lo tanto esclavizarnos, someter nuestra voluntad y hacer que vivamos un verdadero infierno al no obtener aquello que tanto deseamos; pero esta impotencia también puede deberse al hecho de no poder salvar a “algo/alguien” que amamos, en realidad un infierno implica la destrucción de cualquier tipo de esperanza y las personas al vernos invalidadas de redención, depositamos esa esperanza en la idea de que aquello que amamos está a salvo.
En uno de sus escritos, el Dr. Frankl habla de un hombre ya mayor que se sentía realmente molesto e inconforme con la vida porque su esposa, a quién amaba profundamente, había muerto. Al verlo en ese estado Frankl le dijo:
_"Me siento muy contento por usted". El señor, en tono muy ofendido, le dijo:
_¡Cómo puede usted decir semejante cosa en medio del sufrimiento que yo estoy atravesando!. A lo que el Dr. Frankl le contestó:
_"Porque yo sé lo mucho que la quería y al morir ella primero ha tenido usted el privilegio de haber sufrido en lugar de ella, pues le hubiera causado mucha más angustia si hubiera sido usted el que muriera primero".
Por instinto y por naturaleza tendemos a no rendirnos frente a circunstancias adversas, sin el instinto de supervivencia, el ingenio, la voluntad, la misma existencia de la racionalidad no serían posibles, el “rendirse” no está grabado en los genes, porque toda vida implica una lucha, lucha que se realiza desde el primer momento en que esta se genera, es por ello que cuando el subconsciente se resigna deja de luchar. Esa lucha implica un gasto emocional y el descanso produce no otra cosa que “una delicia” tal y como lo plantea Platón.
Pero ningún reposo puede ser eterno, pues al ser la vida una causa consecuente de movimiento, la incomodidad, la esperanza, la fuerza de supervivencia innata en los genes se revela dando paso a una fuerza mayor que impulsa un crecimiento emocional más fuerte.
Cuando existen desordenes en la conciencia como depresiones severas, esquizofrenia, bipolaridad u otros, los instintos de supervivencia pueden verse bloqueados o afectados, es por ello que la mente busca o crea una ilusión de “bien/mal estar” que puede ser sumamente adictiva, impidiendo que la capacidad de razonamiento funcione adecuadamente y otorgando al individuo ideas desesperadas tales como el suicidio.
El estado de ánimo de una persona está ligado a lo que siente, en realidad está ligado a una dinámica cerebral impulsos que son enviados a través del sistema nervioso con información procesada por el cerebro, esto implica que la búsqueda constante de felicidad es en realidad una habilidad surgida del mismo hecho del instinto de supervivencia que motiva a las especies a procrear, cazar, vivir un día más y no lanzarse de un risco. Implica que la inteligencia es producto de una necesidad natural más grande que el hombre mismo, una herramienta para la continuidad de la vida. |