sobresaltan las agudas y nítidas descripciones de su ser
en un tragamonedas, en uno en el que abrir su boca significa sed, ambición, destrucción, incoherencia
giro la manija deseando... ¡Siempre deseando!
contigo es incierto, contigo hay futuro sin haberlo
no ivento, no creo, no tengo imaginación
de los cuentos, las pláticas, los juegos, la inversión de tiempo y de amor, hay una gota, me asomo con precaución pero no, no es pasión, es un aroma desquiciado que mi nariz resulta desconocer.
Es una cama con dos personajes, completa de vacío, aunque refiera a palabras incongruentes, con miles de personas, unas en tu mente, otras en mis recuerdos. Vamos llenando de no sexo nuestra cama, que no es tuya, no es mía. Contagiando la falta del deseo, los espejos nos reclaman la osadia de aquellos meses.
Empiezo... a creer en ti, en mi y en que ya no te quiero. |