Y se quejan, ¿con que derecho?, si ellos lo hacen sumamente peor, como si estuviesen en un estado automático, se paran, tiran sus cosas, y si algo esta mal tiran, vomitan todas sus quejas. Y entonces yo me pregunto ¿no es mejor venir con una sonrisa?, o sl menos una mueca de ella.. No señora!, no soy un robot como lo es este gran lugar, soy como usted, ¿no lo sabía? a veces mi paciencia tambien se agota y, sin embargo no vomito como usted mi impaciencia, ni me desbordo de ira, señora, simplemente respiro ondo, la miro, y continúo.
Usted, hace referencia a que todo esta muy caro, y se queja, y se queja, y sigue quejandose!
¿y yo sola, que le puedo hacer? Nada, porque esta madeja sola no se desenreda. Y usted, usted sigue quejandose, y yo vuelvo a pensar: ¿usted no lo ve? a todo el mundo le preocupa lo mismo! y lo hironico es que nadie hace nada, si el sintoma de todo uruguayo : No hacer nada!. Sinceramente creo que usted, al igual que tantos habla mucho y hace poco, Muy poco, Este sistema, se alimenta de gente como usted señora, que si bien se queja al final lo termina aceptando, con refunfuneos pero lo acepta al fin.
Entienda que es un poco de todos, como las hormigas que trabajan en equipo vio?, Entonces, deberia tener en cuenta que "La educacion, comienza en la casa" y que si usted trae a su hijo haasta aqui, y le compra todo lo que desea, y lo que no desea tambien, lo que le hace no es concentirlo; primereramente lo enseña a consumir todo lo que tiene enfrente de si, y por segundo (como si no bastara con lo primero) lo malcria.
No pretendo que cambie la costumbre de su abuelo, ni de su padre que tambien se quejan y de ahí usted aprendio todo esto, le digo que comience con su hijo, o su sobrino, que no repita como quien pasa un legado familiar, generacion tras generacion lo que han hecho con usted.
Esperemos, que en un futuro ese niño, en vez de vivir para consumir, consuma para vivir.. y ahí señora, todo seria un poco mejor, ¿usted no cree?
Que en vez de ver caras sonrientes, por el motivo de llevar cosas innecesarias dentro de una bolsa, veamos caras felices, señora, por disfrutar de las cosas simples, que irónicamente no son cosas.
Ahí quizás, la gente no se queje tanto.