Mariposa de ensueño, elixir de la vida,
háblame con tu voz de paz sublime,
y dime por qué callas y dale luz a mi voz
con el bello sonido de tu nombre.

Tú estás en mi alma, pero no estás ahí,
estás distante como el sol de mañana
tras esta noche oscura de tinieblas.

Tus ojos, tu cuerpo, tu ser completo me enloquece ciegamente,
y haces que mi alma se precipite
al abismo de sentimientos muertos.

¿Por qué te vas y me dejas solo en la vieja senda que conduce al pasado?
Esa senda que antes fue suntuosa
y ahora es un camino abandonado.

En tus ojos de grandes océanos negros se hundió mi barco y yo naufragué,
me estoy hundiendo en tus ojos
y quiero estar contigo amándote.

Sólo espero que me salves amada.
Bella heredera del día perdido.