Una delgada capa de miseria lo cubría, él se dio cuenta de aquello, por lo que al llegar a la casa se la quito procurando guardarla bien, mientras se miraba al espejo imaginando como podría mirarse, pero debido a tanto abuso mental de su parte se dio cuenta que la capa lo cubría de nuevo, se la quito de nuevo y esta vez intento romper el espejo, tomo un mazo lo ataco, el hecho es que el espejo no se rompió tampoco el mazo, lo que se rompió fue la mano que sostenía el mazo, lo cual era un asunto muy grave ya que su trabajo era escribir y con una mano rota no lo podía hacer, por lo tanto decidió cambiar de oficio, tomo la delgada capa se la comió y salió a buscar un nuevo oficio.

Llevaba caminando más de 6 meses, había sido escritor de ciencia ficción, escritor de novela policíaca, escritor de horror y escritor de cuentos para niños pero nada había funcionado para él, igual su mano seguía en un estado lamentable, pero aun así había logrado engañarse, así que la verdad no importaba mucho el estado de la mano, igual termino escribiendo poesía erótica sadomasoquista, para lo cual necesitaba solo una mano y así, entre versos látigos y diversos fluidos pasaron seis meses más.
Al final su mano no se recupero así que decidió en el nombre de la simetría romperse la mano sana que aún le quedaba, todo en pro de la simetría, ese era su lema, el verdadero problema era ¿cómo romperse la mano sano si su otra mano estaba dañada?, igual la interrogante no tardo demasiado en resolverse, ya que la misma naturaleza del universo está envuelta en esta pregunta, es increíblemente fácil hacerse daño, por lo cual la mano sana se convirtió en insana rápidamente. Gracias a la simetría ya no era posible seguir escribiendo poesía erótica sadomasoquista, así que otra vez tuvo que salir a buscar un nuevo oficio.

Seis meses después ya había encontrado un nuevo oficio, escritor de canciones románticas, compuso muchas letras de canciones famosas, como: “amor”, “Odio”, “indiferencia”, canciones realmente hermosas y reconocidas en cualquier parte del mundo, un día se encontraba en el baño realizando la actividad que eufemísticamente nombran como “cagar”, lo cual era una actividad realmente complicada para él y allí sentado, concentrado se le ocurrió la ultima composición de su vida, la ultima letra que iba a componer para alguna canción, llevaba por título “la última canción que voy a escribir”, ya compuesta la llevo a varios músicos, y la respuesta siempre era la misma: - ¡NO!-, al final decidió pagarle a alguien para que le pusiera música a la letra, contrato a un guitarrista llamado Daniel arias, aficionado al blues, así que la letra termino convirtiéndose en un blues, a él la verdad no era que le gustara mucho el blues pero igual le pareció una buena idea, así la letra escrita por un manco, termino convirtiendo en un blues compuesto por un latino y escuchado por no muchos.