Tenía tantas cosas que decir
pero ninguna que escribir
solo siento que te quiero.

Que más da ahora
si tu alma se ha ido,
tus besos, tus caricias
ya no están aquí.

En el umbral de tu habitación
tu rostro se presenta
ante mi reflejo
en aquel espejo grande y viejo.

Las horas y los días
se hacen más largos
que de costumbre,
las plantas del jardín
han crecido pero todas muertas
al igual que tú.

Cuando me dejaste
todos dijeron que estarías mirándome
pero si esto es cierto
por que no dejo de llorar por tu falta.

Apenas teníamos
un día de casados
cuando el cielo
decidiste ver.

Como puedo pensar
que dios es malo
seria un pecado,
pero acaso no siente
mi tristeza.

Fui a dejarte esas hermosas flores
que tanto te agradaban,
no porque te fuiste
sino porque al igual
que una vez me diste flores
yo nunca había tenido la oportunidad de hacerlo.


Mujer amante
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