Le temí a la felicidad de tus brazos,
a lo cálido de tu corazón… le hui a los versos de amor.
Me escondí a tus pensamientos, a tus besos… me negué,
a que tus brazos algún día se cruzaran con los míos.
Le temí a la felicidad de tus manos.
Texto agregado el 25-07-2012, y leído por 142
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Lectores Opinan
26-07-2012
Excelente muestra de fetichismo. No es la felicicidad la que dimana de dos personas que se aman. Sino que surge de una de ellas pero no como persona, sino de partes de ella. 5* Carelo