Como hojas de rosales…
Y aún lejos de mi mente.
En un silencio profundo te oigo.
Y bajo la luz de la luna
Vi tu rostro.
Tras el lejano horizonte…
Tras el lejano vacío…

Y aún tras el silencio de la vida.
Silencio moribundo.
Silencio estéril.
Silencio inerte,
Como mis sordos oídos que explican.

Déjame que hable en silencio,
Y permíteme que diga lo que siento.
Hazme estar calmado… hazme estar sereno
Como la calmada noche.
Viéndote lejos.

Déjame darte una rosa.
Una rosa sin espinas.
Una rosa sin rosales, solitaria y triste
Pero aún llena de vida.

Qué me calme y calle con tu paz,
Y déjame que te ame.
Dame uno de tus bellos sentimientos
Para rescatarme del secreto.
Y susurrarme al oído,
Una dulce y apacible melodía
Tan bella y callada.


¡Y tus ojos se ven en mi ventana!
Y haces que te escriba versos.
Dame vida y muerte con el dulzor de tus besos,
Dame luz con tus ojos.
Y revísteme en tu paz inalcanzable.