Deja que mis manos reconozcan el terreno,
deja que divaguen sin un fin particular,
déjalas sentir.
Deja que mis dedos descifren tus secretos,
que recorran lentamente tu perfil,
déjalos sentir, un poco más.
Deja que la noche nos envuelva con sus sombras,
que las cosas permanezcan como están,
déjalas así.
Quiero que la luna nos mire desde el cielo,
que ilumine tu cabello con su luz,
una luz azul, sobre de ti.
Hay una distancia que se extiende entre los dos,
y es esa distancia la que intento disolver,
hasta que puedas ver mis manos en tus sueños,
hasta que puedas ver mi sombra entre los vivos.
No sé qué demonios se rompe en un instante,
y quedas tan distante como polvo lunar,
en la inmensidad...
Deja que el calor que se desprende de mi cuerpo
llegue hasta el calor que guarda tu interior,
déjalo subir,
déjalo subir, una vez más...
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