Ana estaba aterrorizada. Una gitana le había dicho que un hombre joven, alto y patón estaba planeando asesinarla y estaba decidido a cometer el crimen con la mayor celeridad posible. La gitana era una gran clarividente y tarotista, y rara vez se equivocaba. Había tenido muchos aciertos y por eso Ana estaba realmente aterrorizada. La gitana había prevenido de la situación a Ana:
- El hombre que quiere asesinarte se llama Carlos. Es un hombre joven, alto y patón.
- No conozco a nadie con esas características – le dijo Ana.
- Este Carlos es un asesino serial. Las víctimas nunca lo conocen a él. Pero el sí conoce perfectamente a las mujeres que asesina. Hace semanas que te esta investigando y ahora está dispuesto a dar el golpe. Te reitero, se llama Carlos, tiene los pies grandes y su símbolo es el Queso.
- ¿Queso?
- Entrara a la fiesta a la que esta noche asistirás. Es muy alto y patón. A la fiesta ingresara con una bandeja y en la bandeja llevará un enorme Queso Gruyere. Se trata de un asesino Queson.
- ¿Un asesino Queson?
- ¿Nunca oíste hablar de los asesinos Quesones?
- Sí, pero creí que se trataba de una leyenda, que no existían en la realidad. Una especie de mito urbano, o algo parecido. ¿Qué es un Queson?
- Un Queson es un asesino serial de mujeres, que se caracteriza por arrojar Quesos a sus víctimas, luego de asesinarlas. Las víctimas de los Quesones suelen aparecer con Quesos encima de sus cadáveres. Generalmente son Quesos enormes y gigantescos con agujeros, del tipo Gruyere o Emmenthal. Son asesinos de gran experiencia.
Ana pensó en no ir a la fiesta pero la gitana le aseguró que eso era peor:
- El asesino actuará de una manera u otra. En principio, no tiene pensado cometer el asesinato esta noche. Irá a la fiesta solo para seguir su investigación. Sí ve la ocasión propicia para asesinarte, seguramente lo hará sin piedad alguna. Sin embargo, ir a la fiesta es la única esperanza de que puedes salvarte. Debes ir. Es la única forma de reconocerlo y salvar tu vida. De lo contrario su éxito estará asegurado. Debes recordar que el asesino se llama Carlos.
- Se llamará Carlos en la realidad, pero seguramente usará un nombre falso.
- No, de ninguna manera, los Quesones nunca esconden su identidad. Se jactan de llamarse Carlos.
- ¿Todos los Quesones se llaman Carlos?
- Así parece. Debes recordar que además, es alto y patón. Debe medir más de 1,85 metros y calzar como mínimo cuarenta y cuatro. Además su vinculación con el Queso se extiende también al olor que tienen en los pies, muy intenso, profundo y asfixiante. Y lo más importante: comen mucho Queso. Cantidades gigantescas.
Ana fue entonces a la fiesta. El presentador anunciaba los nombres de los asistentes. Ana estaba atenta esperando el momento en que escucharía el “Carlos”. De golpe el locutor anunció a “Carlos Bossio”. Alto, 1,95 metros y patón, con un cincuenta de calzado, Carlos Bossio entró con un Queso. Ese era el asesino. Ese era el hombre que la quería asesinar.
Carlos Bossio consignaba en su historial más de trescientas mujeres asesinadas y para muchos era el mejor de los Quesones. Carlos Bossio es un gran asesino, y su alimentación consiste en un ochenta y cinco por ciento de Queso. Sus pies huelen a Queso, y en muchos asesinatos, solía reducir a sus víctimas, y antes de apuñarlas (siempre usaba enormes cuchillos) las obligaba a lamer, chupar, oler y besar sus pies.
Pero Ana se desconcertó cuando apenas unos pocos minutos después ingresó a la fiesta otro joven. “Carlos Fernández Lobbe” dijo el locutor. Rugbier, 1,94 metros de altura, cincuenta de calzado y con un Queso, Carlos Fernández Lobbe ingresó a la fiesta.
Carlos Ignacio Fernández Lobbe era el “rugbier asesino” o el “rugbier Queson”, famoso por asesinar a las esposas o novias de jugadores de rugby. Se decía que había asesinado a una treintena de mujeres, entre ellas Soledad Solaro. Un gran Queson, un gran asesino.
Pero entonces, ¿Quién era el asesino? ¿Carlos Bossio o Carlos Fernández Lobbe?.
Ana quedó aún más desconcertada cuando unos pocos minutos ingresó a la fiesta Carlos Delfino, un gran asesino Queson. Este joven basquetbolista mide 2,00 metros y calza cincuenta, y como sus dos tocayos ingresó con un Queso Gruyere. De Carlos Delfino se decía que era el asesino de Valeria Mazza, la famosa modelo que había sido decapitada con una espada samurai.
Ya no era un asesino, como había dicho la gitana, sino tres asesinos los que estaban acechando a Ana.
Carlos Delfino era famoso por degollar a sus víctimas con enormes y largos cuchillos. Se decía que había decapitado a una chica, y siempre asesinaba de manera fría y precisa. Carlos Delfino era un gran asesino.
Aterrorizada y presa del pánico, Ana huyó de la fiesta. No le importaba si uno de esos tres Carlos, los tres Carlos o ninguno de los Carlos era el asesino. Debía salvar su vida y para eso tenía que huir.
Ana tomó un taxi. Tan aterrorizada estaba, que la mujer no se dio cuenta que el taxista tomó un camino equivocado y cuando lo hizo, ya estaban en medio del bosque. De golpe el taxista paró.
- ¿Dónde estamos? ¿Porqué paro?
El taxista se dio vuelta. Ana no lo vió de cuerpo entero porque estaba sentado. Pero era muy alto y sus pies eran muy grandes. Tenía las manos enfundadas en guantes negros y con un révolver calibre 45 con silenciador apuntó a la mujer.
- Soy Charly Reich o Carlos Reich, como quieras llamarme. Carlos “Charly” Reich. Soy el asesino. Soy el Queson – le dijo y disparó.
- Queso – dijo después del primer disparo y volvió a disparar.
- Queso – dijo después del segundo disparo y volvió a disparar.
- Queso – dijo después del tercer disparo y volvió a disparar.
- Queso – dijo después del cuarto disparo y volvió a disparar.
- Queso – dijo después del quinto disparo y volvió a disparar.
- Queso – dijo después del sexto disparo y no volvió a disparar.
El asesino, Carlos “Charly” Reich, sacó el cadáver de la mujer del auto y sobre el mismo tiro un enorme Queso Gruyere. Como buen asesino serial, Carlos “Charly” Reich comenzó a pensar quien sería su próxima víctima. |