Dejame, dejame recordarte, como la dulce niña que entre juegos sinceros e inocentes me pedia un beso; como la niña que deseaba una estrella y alzaba los brazos al cielo azul, como mi linda princesa que vestia hermosos vestidos y sonreía dando vueltas en el parque, como mi única ilusión que como utopía no me permite dejarte asi, niña.
Dejame soñar con tenerte de nuevo en mis brazos, con besarte mientras cierras los ojos totalmente, con dormir contigo los domingos por las tardes y ver tu carita tranquila y serena respirar y vivir con orgullo y belleza...
Dejame abrazarte con delicadeza como la primera vez, mirando tus ojos y lunares únicos y graciosos, sintiendote tan liviana como la paz de tu sonrisa, amandote hasta llorar de alegría.
Dejame, por favor, llorar contigo hasta que queden secos mi ojos, por no querer aceptar la realidad que siempre acude a tiempo, y que temo con todas las fuerzas de mi alma...
Dejame decir por ultima vez lo que egoista y orgulloso te decia siempre, antes de que te marches del hogar, antes de que me arrepienta por no repetirlo aún más...
Mi niña, mi niña hermosa, cuidate, y....
Suerte. |