Iba caminado una tarde de primavera en medio de un jardín.
Me atreví a cortar la flor prohíbo mas bella que vi.

De tanto lisonjearla y halagar,
me llegue a imaginar, que esa flor cortada eres tú.
Aquella rosa con su radiante belleza me plasmo de inspiración.
Mientras un arcoíris salía radiando destellos de luz.

Se planto un ruiseñor cerca de mí,
le dije que te cantáramos una serenata dedicada a ti.
Aquella flor cortada en florecimiento me enamoro más de ti
porque estando ese clavel en mis manos te tuve junto a mi.

Una tarde serena de primavera varano en el jardín
me puse a soñar, que eres la reina mas linda que me había hecho suspirar.

En el arpa de mis sueños te invito a bailar,
tomada de mis manos te comencé acariciar.
Aquella flor que corte nunca se haz de marchitar
es que su radiante belleza no tiene limites ni final.

Y quien podría imaginar, que yo te llegara tanto amar.
Te vi tan enamorada, enamorada e ilusionada de mí,
tan llena de cariño ternura y amor.

Yo te llamabas y te buscabas y tú llegaste a mí.
Aquella tarde el sol solo iluminaba esa tierna flor.
te iluminaba solo a ti porque esa tan bella flor prohibida eres tu.

Oigo el triste cantar de ese pajarito preso en su jaula
Quiero verlo y echarlo a volar y que tenga su libertad.

Si es pecado amarte, amarte y tanto que me hagas nunca olvidar.
siendo sincero quiero me priven como ese melancólico pajarito de mi albedrío.
Sin derecho a poder ser libre como el aura.
te vi sonreír y ser feliz en ese mágico jardín.
Hasta mi propia madre se puso a pensar.
Que si me veían cortando rosas de ese jardín de amor me iban a expulsar.

Autor John Anthony