Juega en tus venas Regando cristales rotos, Matando esperanzas Que alguna vez Dejaron luces. Tu faz Golpeada por la cobardía; Tus ojos Perdidos en la humillación Del no poder. El deseo perpetuo De correr a un hueco seguro Para cubrirte de la derrota Y no volver a ver en la luna Tu rostro. Eso nefasto hombre Se llama miedo. El Mesiaz
Texto agregado el 17-07-2012, y leído por 246 visitantes. (5 votos)