Entre borradores y papeles viejos, me encontré esta curiosidad, mal hecha a los 15 años:

El viento sopla suave
y murmura mi plegaria:

La lluvia es de las nubes;
la luz es del sol;
las aguas saladas...de los mares;
el deseo, de la pasión.

Las nubes son del cielo;
los frutos...de la bendita tierra;
los ángeles, son de Dios;
el amor...del corazón.

Pero, ¿y tú?
¿de quién eres, tú?

Miras al abismo de mis ojos
y sonríes.
Tu mirada refleja vida
y grita que me quieres.
Tu sonrisa me derrite el alma
y dice: ¿yo?...
¡Yo soy tuya!