El otro día a la tarde, estaba con mi hermana sentada en el banquito de la plaza. Esa plaza, la que tiene el pasto artificial y siempre está llena de gente. Estábamos sentadas tomando un helado de dulce de leche, cuando se acercaron dos chicos. — ¿Quieren que vayamos a caminar juntos?— Propuso uno de ellos. Mi hermana asintió con la cabeza rápidamente y me levantó a mí del banco para que los siguiera.
Los pibes eran medio raros, no se… como que lo único que querían era terminar chapándonos a las dos. Mientras caminábamos alrededor de la plaza, uno de los chabones nos preguntó qué pensábamos del amor a primera vista. Mi hermana comenzó a dar una opinión bastante cursi sobre el tema. Yo sin embargo preferí callar. Los chicos nos llevaron para todos lados, y nos contaron un montón de historias sobre lo bien que jugaban al futbol… ¡Un aburrimiento fatal!
Mi hermana sin embargo, se mostraba interesada en lo que decían. De que ellos eran fieles, de que les gustaba ser románticos, que les gustaban las chicas lindas como nosotras…
En un momento, uno de los chicos, llamado Jabir, nos propuso ir a bailar esa noche. Mi hermana acordó en menos de un minuto, todo para que se diera ese baile.
Esa noche, estábamos vestidas como unas tontas necesitadas. Le insistí a mi hermana para que los dejáramos plantados, porque lo único que querían con nosotras era levantarnos. Ella sin embargo me dijo que me quedara tranquila, y que viviera la vida.
Fuimos al boliche y nos encontramos a los pendejos. Estaban haciéndose los galanes delante de nosotras. Sorprendentemente, mi hermana se dirigió a Jabir con un “Hola bonito”, y se le tiró encima. Yo quedé como “Woow… qué rápida es mi hermanita” El otro me dio su inmunda mano y me invitó a que entráramos, y que comenzáramos a bailar.
Creerán que soy una ortiva o algo por el estilo, pero no es así, lo que pasa es que yo me doy cuenta lo que quiere la gente, y estos pibes dejaban bien en claro lo que querían.
Mientras estábamos bailando, los pibes se fueron simultáneamente al baño. Le dije a mi hermana que me parecía raro que se fueran juntos. Ella me dijo que no importaba, que viviera la vida. Entonces me acerqué al baño y vi desde ahí cómo los dos varones, estaban coqueteando con otras chicas. Fui y le conté a mi hermana lo que estaba pasando, ella no lo podía creer. Compramos dos tragos uno para cada una y esperamos a que regresaran del baño. Cuando llegaron los recibimos con un buen baño de cerveza y nos fuimos haciéndonos las enojadas.
En realidad no nos importó. Mi hermana me dijo que tenía razón asíque nos tomamos un taxi hasta casa. Al llegar, mi hermana entró a la computadora a no sé qué red social, y comenzó a arreglar un encuentro con otro chico. Yo me fui a dormir y soñé con los pibes, bañados de cerveza. |