Te busco, te busco y desespero. Esperando verme en tu mirada. Ver salir el sol a tu llegada. Mi corazón cabalga bandolero. Al fin entras y quedo prisionero. De tu real belleza, delicada. Toda mi inquietud es olvidada. Sacias mi sed de verte, abrevadero. Me ves, sonríes y yo me esmero. Agradarte y tenerte bien mimada. Y tú pagas con sonrisas y miradas. Y disfrutas mi actuar tan lisonjero. Vuela el tiempo traicionero. Callada tristeza y retirada. Deseando de nuevo tu llegada. Aun no me despido y ya te espero. Rafael Hernández García Cancun Q. Roo Mexico
Texto agregado el 12-07-2012, y leído por 98 visitantes. (1 voto)