Extendió tu cuerpo inerte sobre el sabor húmedo de la tierra
lo despojó de sus prendas calientes y de sus alhajas caras
y acercó sus labios a la carne para sentir sus último vapores.
Tomó ambas manos sin pulso, las colocó una sobre otra
rodeó tu sexo con aquel ornato, con lágrimas en los ojos
que al parpadeo diminuto con tus pechos se rompían.
Al son del agua se alejó de tu nuevo lecho
mientras las espumadas olas devoraban tu cuerpo
y sin voltear atrás siguió su camino, perdiéndose en horizonte.
Texto agregado el 12-07-2012, y leído por 113
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Lectores Opinan
14-07-2012
Con qué poesía relatas un triste final, me encantó, te dejo 5* y un saludo. MarthaBCh
12-07-2012
¿Amores negros? Y con la complicidad del mar... felipeargenti
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