Como costuras para el alma
florecen los surcos en la piel,
sin puntos vitales que los guíen,
aparecen con todas sus fuerzas
permitiendo un mundo extraño,
como camino, que lleva a andar
en vueltas, la sentida juventud.
No alcanzo a saber si es injusto,
ni me preocupa mucho el saberlo,
En cada arruga, celosa, se guardan
segmentos de varios sentimientos.
Congruentes habrán sido ellos,
para ser, con cuidado, atesorados
en las estrías que regaló la vida.
Manuscritos de sucesos de ayer,
son conversación con uno mismo,
revelando la calidad de haber vivido.
Carta abierta de la pericia acrecentada,
nos regalan de la buena ortografía.
Raros aforismos de profunda maestría,
que el tiempo va dejando en parsimonia,
sin retocar nuestra verdadera fotografía. |