El abismo cegó mi visión. Nada era igual, mis sentidos pronto se debilitaron y la tristeza penetró mi aturdido corazón. El alma de cualquier ser humano se hubiese destrozado en esta situación. Pronto llovería y yo aquí esperando la tormenta abrumadora para decirle adios a los colores que alegraban mi vida y mi profesión como el artista que soy.
Jamás dará retorno alguno esta sensación ¿Moriré? La oscuridad es un sinónimo ¿Verdad? Ya no vale nada. Preguntas que ni el tiempo respondería retumban en mi cabeza haciendo ecos simultáneos ¡Adios mundo! No te juzgo por esta crueldad.
Ya no puedo ver la luz que nunca existió.
La sangre se desparrama en el suelo. Nadie sabe qué ocurrió. Solo que había lluvia y un muerto en ruina.