Quisieron ser ladrones
Robaron vidas y sueños frustrados
En el gatillo de sus armas, sus almas
Su espíritu bajo una chaqueta de cuerina
¿Su botín? El miedo de sus víctimas
Los mil latidos por segundo y los suspiros
Dejaron su amor en sus expedientes
Siendo su rutina el vicio de sus vidas
Las borracheras y los codos rotos
Por peleas en bares de poca luz
Donde los hombres borran lo gris
Que sus días se han convertido
Con fuego en sus pupilas
Queman el camino que atraviesan
Borrando sus huellas de la escena del crimen
Dando nombres falsos en las tiendas de carretera
En un mundo pasado 1938
Rezándole a un Dios que se iba de viaje a la guerra
Su amor, marcado por la euforia colectiva
Y sus cuerpos, amándose en hoteles de cinco estrellas
Palpando el placer del coito ocultos en lo clandestino
Esperando a que la justicia se llevara sus vidas
Y que al final del acto, la sangre libere sus almas
De la tortuosa culpa de acabar con la felicidad
Y luego de muchos años, sus cuerpos esperan la muerte
Sintiendo el peso de la carne, oxidada, y perdida en la lujuria.
Texto agregado el 11-07-2012, y leído por 135
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Lectores Opinan
12-07-2012
¡Y en estos tiempos quién no quisiera ser ladrón! Es el único con convicciones, está seguro que le falta y roba. Quisiera tener esas certezas. Saludos felipeargenti
11-07-2012
Bien logrado.! hugo52
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