Contra-dicciones
La rabia que me invade es tan grande;
verdad? mentira? ya no sé qué pensar,
es que no entiendes el mal que me haces?
Que tengo que hacer para que no me duelas, de día, de noche, en las sabanas
te tengo impregnada todo el tiempo, cuando fumo, cuando me levanto, cuando leo.
Amo y señor soy, pero únicamente de tu recuerdo
y es allí donde más te odio, por ser tan “así”, tan “tú”, tan “nadie”, tan poca cosa.
Quisiera que sufrieras tanto como yo y que murieras; y quizás en algún momento
regresaras vuelta una hormiguita pequeña y débil, tan fácil de aplastar.
A ti, amor, tormento, espero no tomes tan en serio mis amenazas,
mi vida! la verdad si te fijas con atención a cada
lado, sólo la primera palabra de cada verso leerás y te irás para siempre.
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