Tijuana BC. Jul. 2012. Por destino, el origen.
Si yo pudiera crear un poema para solucionar problemas, buscaría palabras mágicas: para dormir a los niños inquietos, para invocar al tiempo cuando un libro nos espera por la noche, cuando hace frío y los cobertores no son suficientes, para espantar al aburrimiento, para hacer la comida cuando tenemos prisa.
Hacen falta palabras mágicas para tantas cosas…
Voy a escribir una prosa que tenga fines prácticos, útil, sin pedanterías.
Será para gritarse en tiempos de verdadera tempestad o de absoluta calma.
Antídoto contra el insomnio y los malos sueños, para las desahuciadas de sí mismas y de los doctores y las ganas repentinas de llorar.
Palabras necesarias, cotidianas, de todos los días, que cierren heridas, las grandes y las terribles.
Palabras pomada, palabras de tepezcohuite, al alcance del desconsuelo.
Esta es la historia de un grito, que era un rumor, que era un murmullo, que era un suspiro que quería ser beso.
No lo logró.
Es la historia de una mujer que no hacía ruido al caminar aunque su eco era infinito
Sirviendo besos a pedir de boca.
¿Me sirves un beso otoñal concentrado?
El punto es la orilla del abismo, el punto es que no estás aquí, cerca de mí.
¿Me diste punto final?
Abro paréntesis. (Le beso despacio, en cada espacio). Cierro paréntesis.
La coma es el reposo de la palabra, es el freno de labios.
La coma es un punto que ya germinó y tiene su primer brote
Tú tienes el poder de colocarme en el punto suspensivo, seguido o final.
No quiero ser tu paréntesis o ser la coma de tu olvido.
Gritaba la sombra desesperadamente, como si se tratase de algo urgente.
El cuarto vacío, ese donde nadie entraba, era ahora su tumba.
Dicen que en alguna parte, hay alguien con tu mismo rostro.
Si lo encuentras, una de las dos se convierte en sombra.
Por eso evito viajar.
¿Puedes elegir tú destino? ¡Vaya pregunta!
Presuntas preguntas presumidas
La pregunta más importante: ¿quién soy?
Preguntas capciosas que provocan respuestas incómodas, no tengo ninguna duda de que tú las tienes todas.
Silencio… Como respuesta a tanta pregunta, esta cama, no sirve sin ti,
¿Sirve tu nombre sin mis labios?
Besos distantes sólo sirven para imaginarte
Solo el silencio responde tu pregunta.
El temor de preguntar, abrió distancias…Preguntas que tiemblan al ser pronunciadas
Las preguntas son disparadores de curiosidad, le respondió con la mirada.
¿Qué hago con tus preguntas interminables?
Soy la voz que te pregunta, soy la pregunta sin respuesta preguntándote
No preguntes… No sirvo para interpretar tus silencios… Muerto el amor, deja… Preguntas silenciosas
Pregunto porque una duda está suspirando.
¿Los signos de interrogación son las olas en este mar de dudas?
Pregunta sin sentido, pregunta con sentimiento
Cuando se escribe todo junto no hay espacios para la duda.
Sobran respuestas indignas para preguntas desamparadas.
Hay una diferencia notable entre sembrar y sepultar una duda
Pregúntame lo que siento sin preguntar, este amor no admite preguntas, responde…
Eres respuesta a todas mis preguntas
Sólo tu voz me canta silenciosa
Mira mis ojos; ¿responde tu pregunta?
Mis manos preguntan, tus caricias, responden
Pregunto, ¿dejarías, matarte con un beso?
Preguntas intensas, inmensas, mensas, tensas, preguntas que me atan y torturan
Filosofaba presuntas respuestas para preguntas supuestas, sus caricias sirvieron para recordarle eternamente
Aprendemos haciéndonos preguntas, no repitiendo respuestas
La duda respira por los peros.
Aprendemos haciéndonos preguntas, no repitiendo respuestas
Desde Tijuana BC, donde descubro que, de mis antepasados, tengo el vaivén del mar, la sal en la piel y por destino, el origen.
Andrea Guadalupe.
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