LA PÁGINA DE LOS CUENTOS.
Te vi entrada, en LA PAGINA DE LOS CUENTOS
Me aposenté en la admisión y enuncié mi nike,
Raudo incluí mi clave y me interné al paraíso;
Quise darte alcance y corrí a tu encuentro.
Llegué al prado de los CUENTOS y sentí tu aroma,
Por ello supe que estaba en buen camino:
Te busqué tras algunos títulos y rebusqué debajo de otros
Pero no, definitivamente no estabas allí.
Tomé el sendero del ENSAYO y tampoco te encontré.
Giré en redondo tratando de hallar alguna huella,
Descaminé el polémico sendero apresuradamente.
No quería perderte, tenía una nueva que contarte.
Ordenaba mis ideas cuando te volví a ver:
Subías pensativa por la colina de la REFLEXION.
En la distancia, me pareció verte apesadumbrada
Y mil preguntas se originaron de improviso en mí
Queriendo llegar lo más rápidamente a tu lado
Miré a lontananza por el mejor rumbo hacia ti
Y escogí la el largo y hermoso paseo NARRACION;
Me acercaba a ti, hurtando mi figura tras los árboles
Quería sorprenderte con un abrazo y un beso
Cuando percibí que algo llevabas en las manos
Hice esfuerzos denodados por saber que llevabas
Pero a pesar de ellos, y más, no lo conseguí.
Pensé alcanzarte en el hermoso jardín de la POESIA
Y hacia allá me dirigí, llegué y sorteé en el jardín
Las magnolias, alcanfores, jacarandaes y rosas
Con el permiso de la naturaleza, corte un rojo clavel
Lo prendí en mi pecho, pinchándome con una de sus espinas.... ¿?
Y en esa distracción perdí la noción de tu huella.
Volví a verte, cruzando el intricado bosque GUIÓN
Y quise, gritando, advertirte del peligro al cruzarlo,
Peligro de lo enrevesado de sus trochas y caminos.
No te alcanzaba a ver por más que oteaba el horizonte.
Robándole aire a mis pulmones, gritaba tu nombre
Y corrí, jadeante, sin aliento, hasta la cumbre la NOVELA
Y desde allí, te divisé, cercana a una escondida puerta.
Me encaminé dichoso, alegre y feliz, pensando alcanzarte
La puerta la encontré, rotulada HAIKU, pero tú, ya no estabas.
Decidí dejar la página y al salir te encontré, ofreciéndome tus brazos
Me estrechaste, me diste el más tierno de los besos y yo… ya no respiré.
¡Ahhh! en tus manos, llevabas mi enamorado corazón.
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