El águila herida de amor, emprende el vuelo a lo alto de la montaña, pues deberá decidir si muere o renace, opta por vivir y es así como comienza a romper su pico, como lamentándose por lo que deja atrás y luego continúa arrancando su plumaje.
Cada pluma que arranque, significará, un beso, una caricia, una cómplice y tierna mirada, cada baile compartido que fue un hermoso vuelo, cada sueño, yo contigo y tu conmigo, cada ilusión que vanamente abrigamos.
Al perder la uñas, parte más dolorosa de esta historia, será la renuncia a este imposible amor, cada uña que pierda significará un te amo que entregue al cielo suplicando perdón por tomar lo prohibido, aunque nunca olvidará lo vivido, recuperará la paz que había perdido.
Es así como el águila renacerá, fuerte, renovada, airosa y perfecta, pues supo tomar la decisión correcta y emprenderá nuevamente su elegante vuelo de renovación, adornando el cielo, procurando abrigo y cuidados a quienes debió decidir conservar a su lado.
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