No te corresponde. Así comenzó la tarde con la visita del la novia de su ex. Y ahora están mirando el auto Bora, los dos su hijo Catriel y Carmen la novia de su ex, el auto nuevo Bora que está estacionado en el garaje de la casa construida en la calle Espora del pueblito La Loma.
Se siente extraña en su propia casa, claro que no es su casa es donde pasa las horas del día, yendo y viniendo, al negocio familiar que quedo después del divorcio vincular y la no división de bienes.
Que sensación extraña e inverosímil. Siente que debería comunicar sus sensaciones y a su vez debería aprender a controlar lo que la agota, lo que sobrelleva su alma, lo que le sucumbe las entrañas lo que hace transpirar su nuca, lo que la sacude las tripas, lo que la acongoja. Eso sí debería taparlo, o hacerlo resurgir con algún pensamiento psicoanalítico que dijera, envidia del pene. Envidia del poder hacerlo, que para eso de ostentación del poder y ejercerlo están los que tienen el miembro viril entre las piernas.
Entenderás que deberás haber aguantado como dijo su madre, el hombre es quien regulariza la situación de la mujer y hace que amerite su poder en la sociedad machista en la que habitamos, y si te quedas sola todos te pasaran por alto.
Comprenderás que lo que dijo su madre acerca de te- divorciaras sobre mi cadáver-, es ciencia cierta. O agotemos todos los lugares comunes, que vienen a cuento para decir que una mujer sola está a merced de los designios malignos, que hace falta la media naranja, que por algo la mujer es la que reproduce la especie humana y guarda en su vientre por nueve meses a un nuevo ser.
Relativizaras las consecuencias de que todo pasado fue mejor y te resurgirán las reminiscencias del ayer, melancólico cuando eran una familia con los tres hijos pequeños y había que ahorrar para salir adelante y forjar un futuro para los chicos.
Escucharas la conciencia que te dictara que tus hijos ya están grandes y se fueron y te divorciaste ya, y hay una nueva mujer con su ex marido, que ahora disfrutara del Bora en común.
Y altanera y soberbia, capaz y autosuficiente saldrás sola por la puerta, sin ataduras de ahora en más y hasta que la muerte te separe de la vida.