Erase una vez un joven capitán llamado Richard Cofrey que tomaba prisioneros de otra comarca, estaban en guerra con un país vecino y la frontera estaba cerca del cuartel.
Hombres, mujeres y niños eran puestos en la cárcel y los torturaban solo por el placer que daba sentirse con el poder de hacerlo. Todos terminaban con las cabezas empaladas en los muros de la frontera que separaba los dos reinos. Era la orden de rey hacerlo, debían hacerlo para que el reinado vecino, le temieran y se acobardaran.
Cierto día llegó una bella mujer al calabozo, sin querer el capitán cayó rendido a sus pies y se enamoró perdidamente de ella. El le prometió sacarla de aquel calabozo y que le iban a ayudar los demás soldados, sin que el rey se enterase. Tomó a la joven mujer en la mitad de la noche y le dio un pasaporte de otro país y otro nombre, la sacó de los muros de la prisión y la llevó a su casa diciéndole:
_Aquí estarás a salvo mi amor, nadie podrá hacerte daño mientras yo esté a tu lado.
Uno de los soldados vió el acto de desobediencia del joven capitán y recordó haberle implorado por la vida de su tío que era un enemigo fronterizo, sin embargo fue a su tío a quien mas golpeó y torturó causándole una muerte lenta y dolorosa añadiendo:
_Sargento, hay que obedecer las órdenes del rey, son todos o ninguno, yo no hago excepciones. Soy justo y cumplo con el reglamente y las ordenes de mi rey.
El sargento caminó decidido para hablar con su superior, pensando en su tía y en la pequeña Eugenia que habían quedado sin sustento, a la deriva, solo porque el capitán Richard no hacía excepciones con nadie, ni aún con sus compañeros de armas. El Sargento conversó con los demás soldados y a muchos de ellos les había ocurrido lo mismo, habían pedido clemencia para sus familiares y el había ignorado toda súplica, había cumplido con las órdenes del rey.
Todos sus compañeros de armas comenzaron a realizar un complot en su contra para destituirlo del cargo de capitán, por no haber sido justo con los demás y haber violado su propia ética.
CONTINUARA….
|