el diente se me partió en dos... todo comenzó a la hora del almuerzo y cuando bebía una inca kola bien helada... allí sentía como algo sólido flotaba en mi garganta... la saqué y un pedazo de muela estaba en mis dedos... brillante como una perla... me reí de aquella ocurrencia y me la puse en el bolsillo... pedí la cuenta y pagué... caminando por la calle noté que un hilillo de sangre mojaba mis labios... me asusté y llegando a mi casa llamé a mi dentista... "ven", me dijo... fui y me hizo pasar al instante... "abre la boca", dijo... obedecí y supe que aquel día iba a ser una pesadilla... "esto está feo", dijo mi amigo... "vamos a cortar por las encillas pues tienes una muela muy extraña, casi chueca, algo muy extraño y, muy difícil de extraer"... "hazlo", le dije... y allí estaba mi boca porque traté de no pensar en mas nada que el tiempo, el futuro, yo, caminando por acera, sin muela y sin mas dolor que la terrible hinchazón...
pasaron los minutos, una hora, una hora y cuarto, dos horas, dos horas y... "puf, esto sí que me ha hecho trabajar... aquí está...", dijo... miré y vi ante mis ojos dos pedazos ensangrentados de una muela... qué grandes eran... parecía un fósil de un insecto, extraído de un lejano paraíso... iba a hablar, pero mi amigo me tapó la boca... "te vas directo a tu cama y descansa..." dijo... caminaba hacia mi casa cuando sentí que la parte de donde estaba mi muela empezaba a latir como si fueran los tambores de guerra de un lejano paraíso... |