Con tus brazos extendidos sobre el pasto rociado
las luces artificiales de las estrellas se envidian
y ellas me revelan de tu pecho los deliciosos frutos.
El agua en gotitas diminutas sostenidas por las puntas de la hierba
helada tu calor ataviarte saborea para estimular tus plano anatómicos
que en el denso aire reverberan.
Presumes de envolver con la sensualidad de tu imagen
la virilidad que por ti brama
y deleitarla con los sabores que tu manantial esconde.
Cinco de tus pinceles por tu piel se deslizan
recorren en círculos ese abdomen descubierto
se liban los olores que desprendes cuando desnuda tu cuerpo levantas.
Y observas tu alrededor de luces recubierto
me miras con una sonrisa
y me extiendes tu mano seductora.
Texto agregado el 30-06-2012, y leído por 117
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