He podido experimentar que no sufro desengaños cuando me entrego a ti. Tú no me haces las cosas necesariamente más fáciles en la vida; a veces incluso las haces mas difíciles. Tampoco me ahorras las decepciones y otras experiencias dolorosas. Pero puedo confiar incondicionalmente en ti también- y quizá sobre todo- cuando creo haber agotado mi saber.
Tú también asumes la dirección de mi vida, a lo más tardar cuando te la entrego, cuando me entrego completamente a ti.
Saber, y en última instancia creer, que en tí tengo un acompañante que puede mucho mas que mi yo consciente, que sabes de mi y quieres que viva realmente la vida a mi destinada, es para mí un descubrimiento importante. Necesité algún tiempo hasta que pude confiar en este ángel que hay en mí. Aún ahora, hay situaciones y momentos en los que me resulta difícil. Pero, después de todo te quiero, te creo, me quiero, por ti.
Mi ángel, mi ALMA.