Un día me levante sin luz, sin fe, sin amor, seco mi corazón.
Partí entre la muchedumbre buscando aquello que perdí,
camine sin rumbo, desprevenida recorrí el mundo azul en mis pupilas
allí donde un día estaba mi vida, lo mire sin ver aunque el sol me quemaba
no escuche su reclamo, sin darle importancia sentí su corazón latir
y no lo retuve en el mío, solo seguí caminando en la oscuridad
que reinaba en mí ser, llegue a muchos lugares conocidos
sin darme cuenta que allí estaba mi esencia, sin lágrimas
ni esperanza seguí de largo por ese camino sin sustancia, desconocido.
En un recodo de la vida desperté y entendí que me había perdido,
mi carencia fue la que determino ese desacuerdo con mi misma, en
un largo tiempo de estupidez, mi reacción fue instantánea, como un mazazo
regrese a la huella de mis secretos y deshice el nudo de la incapacidad,
tome conciencia de mi poder de recuperación, y volví a la vida.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
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