dos espejos en palabras que al instinto del reflejo nos dijimos uno al otro. el destello enamoraba al besarte en mi deseo hortaliza de mi vida. los retratos perseguidos, uno a otro concebidos en la sigla del ayer, que el ayer mas que mi alma enmarca el tiempo del que tubo mi querer y el querer es mi amuleto que divino y mas que eterno te presagia por doquier. en mi dia a cada dia no te dejo de pensar pues te sueño aun despierto cuando a mi lado no estas. persiguiéndote mi mi niña en mi locura encontré que te amo, te amo tanto mi dulce y tierna mujer.
Texto agregado el 27-06-2012, y leído por 95 visitantes. (1 voto)