Ábrete sin prejuicios por ver tu coctel perfumado despliega cada filamento de tu envoltura rosada permite a la luna vislumbrar el interior de ti. Siente a mis manos deslizándose por cada curva en la suavidad de tu cuerpo frágil ataviándose con el abrigo propuesto de tus líquidos derramados. Muestra el centro de placer para las lenguas donde germina el sabor dulcísimo del que después otros gustos, quizá más viscosos se disfruten. No hay sol y quiero ver cómo te abres resplandeciente arraigada en la tierra de húmeda textura protegida hasta siempre con tus exquisitas espinas.
Texto agregado el 26-06-2012, y leído por 115 visitantes. (1 voto)