Inicio / Cuenteros Locales / SORDIMAN / EL HOMBRE SIN HUECOS
Todos, absolutamente todos los fundos del valle que rodean al suyo cuentan con una impresionante variedad de huecos. En el de Jaun Prez no existe ningún huequito, toda su tierra es una sosa planicie. Esta carencia de oquedades llena de zozobra al pobre hombre.Casi está por perder la razón. Nervioso y temblequeando mordisquea obsesivamente sus pancitos untados con margarina al granel. Alguien se le aproxima dando de alaridos:
–¡Jaun… Jauncito! ¡Te has sacado el premio mayor de la lotería!
El golpe de suerte da una jubilosa voltereta al drama. Jaun cobró su premio. De inmediato contactó con The Hole Wordwoks. Inc. Ordena un hueco de dimensiones incontrastables. Algo nunca visto en el Continente. Existe un único contratiempo, su confección demandará sesenta días.
Jaun razona: Acaso no lo he esperado la mitad de mi vida. Entonces se reconforta con la lenitiva frase de Cervantes:
“Confía en el tiempo que suele dar dulce salida a muchas amargas dificultades”.
Pronto, en efecto, llega el gran día. El agente vendedor le comunica que en vista de las dimensiones del hueco solicitado es indispensable contratar un poderoso vehículo de carga para transportarlo hasta su fundo:
–Un Mack T318 LR Maxitorque, triple eje, sería ideal.
El camión llegó a la fábrica, en las estribaciones de los Andes. Una poderosa grúa deposita el superhuecazo en el Mack. Emprende su lenta marcha hacia la Costa. La carretera es de bajada lo que alivia el esfuerzo del motor. Lamentablemente, en una curva cerrada las cadenas ceden y el hueco se cae del camión. Se debe aplicar la reversa para orientar la tolva al borde del hueco.
El piloto, algo torpe, acelera más de lo conveniente y el camión se cae al tremendo hueco… y el Mack desapareció ad vita aeternum.
Jaun Prez, filosofa:
–Jamás hay que perder la cabeza por un hueco.
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Texto agregado el 26-06-2012, y leído por 158
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