Soy una mujer legaliforme, pago por mis historias, me encuentro Electra, Yocasta, Sor y Clistemestra cuando me veo al espejo. Soy quien gobierna dice mi padre, las plantas y animales. He aplastado la serpiente hermana con mis patas de perra, por su mandato silencioso y eterno, al que me he confiscado olvidando esa otra que soy yo.
Soy una mujer como son las mujeres, sueño pasados y vivo porvenires.
-Aura: Volví, fue un viaje extenuante. No piensas saludar.
(María guarda silencio)
-Aura: ¿Quién es él? ¿Tú señor? ¿Al que orabas con lágrimas de niña? ¿Al que nos dejó solas? ¿Ese él? Me conseguiste reemplazo en tan poco tiempo.
-María: (asustada) No, no, no, claro que no, Nunca. Te estaba esperando, es más, te amo y mucho.
-Aura: Maldita traicionera, hiena estúpida, sonriente y muerta de tanta fe, no me mientas, no finjas afecto, no soy tu Dios (Se lanza sobre si misma)
-María: ¿Qué tienes en las manos? ¿Sangre?
-Aura: Sangre, sangre de animal pensante, sangre viva y gozosa. Debiste verlo era un Hombre como yo.
-María: Eres mujer.
-Aura. Soy un hombre, soy una mujer que desea ser hombre, mutilarse los pechos y sacarse los ojos. Luchar con el hombre para que no sacrifique a mi hija por Troya, y así no tener que traicionarlo.
Soy una mujer que sueña con orinar de pie, tener una manzana atorada en cuello, caminar con grandes hombros por las calles y escuchar: ¡que magnánimo, que poderoso!
(Interrumpe María cantando el ave María)
-María: Suelta el espejo Aura.
-Aura: María bestia corta y fea, bestia engendrada mujer; incompetente, paseándose con su vientre de un lado a otro, amamantando sus pequeños insectos, deformados como cadáveres.
-María: Soy mujer, soy madre.
-Aura: Pusilánime, miserable mujer. Soy una mujer que como todas quiere ser hombre, manejar el auto, abrir la puerta, romper la espalda para sacar comida. Cazar, el macho caza no la hembra, escribir en zig zag, profundizar, no asociar como fema asustada en rincón apoyando la cría en su pecho. Seré un hombre y no tendré mujeres.
- Maria: (toma el espejo) La sangre, me lavo las manos en la sangre de mis hijos los hombres, soy una mujer que sólo puede parir hombres, abro y cierro las piernas para que entren y salgan, soy entrada y salida, soy mujer y no los dejaré escapar.
-Aura: Déjalo salir, déjame salir.
-María: No lo haré.
-Aura: Seré yo quien te rompa toda y saldré de ti mujer, como lo que soy, un monstruo extraño. Deja salir ese parásito que abrigas con amor en tu cuerpo.
- María: Soy, es, somos…
-Aura: (interrumpiendo) Los más macabros fantasmas, esclavos tuyos mujer piadosa, mujer santa, danos la libertad, para que puedas caminar en paz sin el peso de los machos escondidos en las costillas faltantes. Tú también eres hombre.
-María: Soy una mujer como son las mujeres, una diáfana mentira.
|